
Rehacer una película o adaptar un libro a la pantalla grande no es (o no debería ser) tan fácil como parece. El autor debe imprimir su sello personal sin olvidar el respeto por la obra original, y es ahí donde está el principal problema. Lo entendieron a la perfección Pier Paolo Pasolini con Saló (basada en Los 120 Días de Sodoma del Marqués de Sade) y Akira Kurosawa con Trono de Sangre, su versión de Hamlet ambientada en el Japón feudal.
Pero no se trata de hacer obras maestras para que valga la pena. Ya lo demostró Zack Snyder con su versión de El Amanecer de los Muertos, de George A. Romero. Si bien no se trata de una excelente película (es más, ni siquiera diría que es buena), al menos se nota que se invirtió esfuerzo en ella, y que el director tenía en mente otro modo de contar este relato post-apocalíptico. Sí, es una mala película y tiene muchos puntos débiles, pero se trata de El Amanecer de los Muertos de Zack Snyder.
Por otro lado, hay veces que los guionistas y/o directores simplemente quieren encontrar un modo fácil de hacer dinero, y es entonces cuando obtenemos blasfemias como El Libro de Piedra, de Julio César Estrada. A pesar de que asegura que el guión llevó más de dos años en pulirse, no se trata sino de una copia aburrida de la original de Taboada, pero claro, con clichés y exageraciones que le restan credibilidad. Lo único bueno que tiene el guión son precisamente las partes que se tomaron textuales de su predecesor, lo cual no sirve de nada por las pésimas interpretaciones de un elenco que incluye a la estrella de telenovelas Ludwika Paleta, Plutarco Haza y la ególatra Martha Aura. Por si esto fuera poco, la dirección de fotografía es tan mala que un estudiante de secundaria lo haría mejor... sé que a mucha gente no le interesan los aspectos técnicos del cine, pero cuando la cámara tiembla cada vez que hay un movimiento y la escasa o excesiva iluminación no permiten distinguir las cosas, termina por marear y desesperar a la audiencia.
Además de los antes mencionados, El Libro de Piedra cuenta con 3 guionistas no muy reconocidos, entre los que se encuentra Gustavo Moheno, quienya tiene experiencia violando el legado de Taboada, al haber dirigido la más reciente versión de Hasta el Viento Tiene Miedo. Al copiar descaradamente los elementos de la obra-base y no aportar nada nuevo, me atrevo a decir que no se trata de El Libro de Piedra de Julio César Estrada, sino de una horrible manera de colgarse del talento (si bien no de la fama) de la gente que merece reconocimiento.
Les dejo una entrevista con Estrada y Martha Aura, en la que se felicita a los cineastas por su trabajo y se discuten estupideces como por qué la sirvienta usa vestidos regionales. Pícale bajo tu propio riesgo.
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