Hoy fue el preestreno a nivel nacional de Up, la más reciente película de Pixar. La sala estaba abarrotada no sólo de niños, sino de gente de todas las edades (aunque claro, los llantos y gritos de los más pequeños sobresalieron durante esa hora con 42 minutos).La reseña (libre de spoilers):
Como ya es tradición, antes de la atracción principal se nos presenta un cortometraje, que en esta ocasión se trata de Parcialmente Nublado. Quizá no es el mejor que el estudio nos ha ofrecido, pero eso no lo hace menos.
Y bueno, en cuanto a la película en sí... es extraño cómo a través de todos estos años Pixar ha sabido innovar de manera tan original en sus historias, pasando desde muñecos que hablan hasta robots melancólicos. Ahora es el turno de un anciano que viaja a Sudamérica para cumplir la promesa que hizo a su fallecida esposa.
Es de admirarse también el hecho de que el desarrollo de personajes sea tan increíblemente bien fundamentado que la película tiene la capacidad de hacer llorar en menos de quince minutos, y de cambiar tan rápidamente la emoción que se siente en cada una de las situaciones que se van presentando: tristeza, emoción, alegría, miedo... sin olvidar ese humor blanco tan característico del grupo de animación.
Se trata de un filme que tiene todos los elementos de eso que vulgarmente se conoce como "cine de arte", pero sin dejar de ser accesible para el público en general, logrando cautivar a gente de todas las edades (me incluyo). Después de haber decepcionado un poco con Cars, Pixar retomó el encanto de sus primeras películas con la genial Ratatouille, y desde entonces parece ser que sólo van en una dirección: hacia arriba.
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